En las últimas semanas la discusión ha subido de tono y conviene reflexionar: ¿Qué sabemos y qué se oculta del Proyecto Estratégico Sur? Sabemos que fue presentado oficialmente en febrero de este año y conocemos las líneas generales de sus objetivos. Ciertamente desconocemos muchos detalles que, aunque importantes, son relativamente secundarios si comprendemos el fondo del proyecto, lo que se puede ver perfectamente con la información que circula, eso sí, de forma restringida. La primera crítica con sustento que se debe hacer es: ¿por qué se oculta información? ¿qué temor tienen los secretarios del Gobierno del Estado que no han querido comparecen ante el Congreso? ¿qué grave asunto oculta el gobernador Reynoso Femat cuando interpone una controversia constitucional para que sus muchachos no tengan que ir a dar la cara ante los diputados?
La verdad que hay respuestas sencillas en estos casos: los secretarios no hablan por dos razones, una porque tienen orden directa de su jefe de mantener total hermetismo, y otra porque en el fondo quizá tengan poco que decir. Los detalles que se conocen apuntan (y los que no se conocen apuntarán), de cualquier forma, a que lo que se esconde son los pocos beneficiarios directos del PES, a los efectos perversos que causará, y a que su razón fundadora es la especulación y la ganancia ilegítima. Insistimos, se deben conocer los pormenores, pero lo que existe ya muchos lo conocemos: proyecciones arquitectónicas y urbanísticas (renders) en softwares especializados que esbozan las ideas estilo Miami para hacer del casco de la exhacienda de Peñuelas un centro turístico y alrededor de ella crear un sinnúmero de desarrollos de vivienda, turismo, comercio, entretenimiento, industria y ampliación del aeropuerto. ¿Qué más habría que saber? Entre otras cosas, lo que valdría la pena conocer –aunque es más o menos obvio- es a quiénes pertenecen el grueso porcentaje de las tierras que están contempladas en el PES, quiénes serán los beneficiarios económicos del negocio, los capitalistas que invertirán en la construcción de la infraestructura, los servicios y las empresas que se instalarán. Además, y por principio de cuenta, hace falta una presentación puntual –sustentada- de los costos y beneficios del proyecto en cuestión.
La verdad que hay respuestas sencillas en estos casos: los secretarios no hablan por dos razones, una porque tienen orden directa de su jefe de mantener total hermetismo, y otra porque en el fondo quizá tengan poco que decir. Los detalles que se conocen apuntan (y los que no se conocen apuntarán), de cualquier forma, a que lo que se esconde son los pocos beneficiarios directos del PES, a los efectos perversos que causará, y a que su razón fundadora es la especulación y la ganancia ilegítima. Insistimos, se deben conocer los pormenores, pero lo que existe ya muchos lo conocemos: proyecciones arquitectónicas y urbanísticas (renders) en softwares especializados que esbozan las ideas estilo Miami para hacer del casco de la exhacienda de Peñuelas un centro turístico y alrededor de ella crear un sinnúmero de desarrollos de vivienda, turismo, comercio, entretenimiento, industria y ampliación del aeropuerto. ¿Qué más habría que saber? Entre otras cosas, lo que valdría la pena conocer –aunque es más o menos obvio- es a quiénes pertenecen el grueso porcentaje de las tierras que están contempladas en el PES, quiénes serán los beneficiarios económicos del negocio, los capitalistas que invertirán en la construcción de la infraestructura, los servicios y las empresas que se instalarán. Además, y por principio de cuenta, hace falta una presentación puntual –sustentada- de los costos y beneficios del proyecto en cuestión.
Una versión de la propuesta de uso de suelo para el PES elaborada por el despacho Gómez Vázquez Aldana. Como se hace evidente, en unos cuantos años la presión de los desarrollos industriales, turísticos, comerciales y aeroportuarios generaría la expansión de la mancha urbana que alcanzaría una extensión cuatro veces mayor a la actual. Esta y todas las imágenes reproducidas aquí están tomadas de:
Un breve recuento de cinco meses. De la largamente prometida ciudad alterna a la apresurada ocurrencia del PES
Históricamente Aguascalientes ha sido una ciudad estado. Actualmente, alrededor del 80% de la población de toda la entidad se concentra en la ciudad, lo que centraliza las oportunidades, las decisiones y los recursos, al tiempo que genera una urbe que en su constante crecimiento multiplica sus problemas de empleo, seguridad y bienestar social en general.
Desde hace muchos años el discurso de los diferentes gobiernos subrayó la necesidad de crear una ciudad alterna al norte del estado. Nada menos, la actual administración del gobierno del estado, en voz del gobernador y de sus secretarios de obras públicas y desarrollo urbano, prometieron durante los primeros tres años que Rincón de Romos sería impulsada para convertirse en ciudad alterna. En noviembre de 2005, por ejemplo, el Secretario de Planeación y Desarrollo, Ricardo de Alba Obregón, aseguró por enésima vez “que durante la administración estatal en turno se sentarán las bases para la creación de al menos dos nuevas ciudades medias en la entidad, Rincón de Romos y Calvillo, y que estarán llamadas a absorber y equilibrar el crecimiento de la capital”.
Sorpresivamente, y en un golpe de timón que algunos atribuyen simplemente a “la locura del gobernador”, el 1 de noviembre de 2007 se informó escuetamente que el Gobierno del Estado había concluido el “Plan de Desarrollo a treinta años” que entonces se llamaba todavía Proyecto Puerta Dorada. Entre otras pocas cosas, se decía que estaba proyectado ocupar 21,500 hectáreas para su realización. Pasaron más de tres meses en los cuales la información fluyó con lentitud y hubo poco ruido, hasta que el 18 de febrero pasado se anunció formalmente que los planes habían cambiado, que ya no se fomentaría un polo de desarrollo en el norte o el poniente si no en el sur de la ciudad, en la zona de Peñuelas. ¿Por qué cambiaron las cosas intempestivamente? ¿Qué reacciones ha generado? ¿qué pasos en concreto han realizado defensores y opositores?
Quienes se han manifestado abiertamente en contra se pueden contar con los dedos de las manos: a nivel personal, pero con la fuerza que le otorga su prestigio, experiencia y posición dentro de su partido, Oscar López Velarde ha sido desde el principio la figura casi única que ha alzado la voz para exponer sus argumentos de desaprobación al PES. Junto a él, con algo de tibieza, algunas otras personalidades del Partido Revolucionario Institucional e incluso unos cuantos del Partido Verde Ecologista.
En cambio, aunque están lejos de formar un grupo representativo de la sociedad, son un número notoriamente mayor los que dicen sin empacho estar a favor del controvertido proyecto: el gobernador del estado, desde luego, su principal promotor, sus funcionarios de alto nivel, los diputados panistas en el Congreso local, otros miembros del blanquiazul, líderes empresariales y de profesionistas que seguramente tendrían participación en el negocio, etcétera. Sumisos, apáticos o francamente asustados, académicos y profesionistas que por sus conocimientos de formación o de relación saben de las implicaciones del proyecto prefieren la comodidad del silencio.
Entre los secretario de gobierno el más visible y controvertido ha sido hasta ahora Pedro Carneado García, el encargado de la política de vivienda en el estado, aquel que resultó seriamente comprometido en las desgracias que la lamentable falta de planeación y de escrúpulos provocaron en el fraccionamiento Valle de los Cactus y el Peralta Gámez, “razones” por cierto que le valieron al Gobierno del Estado recibir el Premio Nacional de Vivienda. El funcionario –que ha estado en el ojo del huracán en días recientes por haber llamado “ignorantes” a varios diputados priístas- ha acusado al ex alcalde Martín Orozco de haber eliminado la zona de Peñuelas del área contemplada para el crecimiento de la ciudad en el Plan de Desarrollo Urbano 20/30. Los desatinos verbales de Carneado y compañía han llegado al punto de espetar la peregrina afirmación de que en Peñuelas el Gobierno del Estado puede materializar cualquier proyecto sin autorización del gobierno municipal y sin importar que se contravengan todos los programas de planeación territorial.Parece ser que un primer capítulo de esta historia se cierra hoy, con la anunciada inasistencia de los secretarios del Gobierno del Estado al Congreso para explicar los detalles del PES. Se trata de una etapa que cierra con un triunfo parcial del gobernador Reynoso, aunque un triunfo desafortunado, que muy a su estilo, atenta contra la democracia, la transparencia, la visión sustentable, la planeación urbana, la solvencia económica del Estado, la calidad de vida de los aguascalentenses. “Voy derecho y no me quito”, suele decir con desvergüenza.
Históricamente Aguascalientes ha sido una ciudad estado. Actualmente, alrededor del 80% de la población de toda la entidad se concentra en la ciudad, lo que centraliza las oportunidades, las decisiones y los recursos, al tiempo que genera una urbe que en su constante crecimiento multiplica sus problemas de empleo, seguridad y bienestar social en general.
Desde hace muchos años el discurso de los diferentes gobiernos subrayó la necesidad de crear una ciudad alterna al norte del estado. Nada menos, la actual administración del gobierno del estado, en voz del gobernador y de sus secretarios de obras públicas y desarrollo urbano, prometieron durante los primeros tres años que Rincón de Romos sería impulsada para convertirse en ciudad alterna. En noviembre de 2005, por ejemplo, el Secretario de Planeación y Desarrollo, Ricardo de Alba Obregón, aseguró por enésima vez “que durante la administración estatal en turno se sentarán las bases para la creación de al menos dos nuevas ciudades medias en la entidad, Rincón de Romos y Calvillo, y que estarán llamadas a absorber y equilibrar el crecimiento de la capital”.
Sorpresivamente, y en un golpe de timón que algunos atribuyen simplemente a “la locura del gobernador”, el 1 de noviembre de 2007 se informó escuetamente que el Gobierno del Estado había concluido el “Plan de Desarrollo a treinta años” que entonces se llamaba todavía Proyecto Puerta Dorada. Entre otras pocas cosas, se decía que estaba proyectado ocupar 21,500 hectáreas para su realización. Pasaron más de tres meses en los cuales la información fluyó con lentitud y hubo poco ruido, hasta que el 18 de febrero pasado se anunció formalmente que los planes habían cambiado, que ya no se fomentaría un polo de desarrollo en el norte o el poniente si no en el sur de la ciudad, en la zona de Peñuelas. ¿Por qué cambiaron las cosas intempestivamente? ¿Qué reacciones ha generado? ¿qué pasos en concreto han realizado defensores y opositores?
Quienes se han manifestado abiertamente en contra se pueden contar con los dedos de las manos: a nivel personal, pero con la fuerza que le otorga su prestigio, experiencia y posición dentro de su partido, Oscar López Velarde ha sido desde el principio la figura casi única que ha alzado la voz para exponer sus argumentos de desaprobación al PES. Junto a él, con algo de tibieza, algunas otras personalidades del Partido Revolucionario Institucional e incluso unos cuantos del Partido Verde Ecologista.
En cambio, aunque están lejos de formar un grupo representativo de la sociedad, son un número notoriamente mayor los que dicen sin empacho estar a favor del controvertido proyecto: el gobernador del estado, desde luego, su principal promotor, sus funcionarios de alto nivel, los diputados panistas en el Congreso local, otros miembros del blanquiazul, líderes empresariales y de profesionistas que seguramente tendrían participación en el negocio, etcétera. Sumisos, apáticos o francamente asustados, académicos y profesionistas que por sus conocimientos de formación o de relación saben de las implicaciones del proyecto prefieren la comodidad del silencio.
Entre los secretario de gobierno el más visible y controvertido ha sido hasta ahora Pedro Carneado García, el encargado de la política de vivienda en el estado, aquel que resultó seriamente comprometido en las desgracias que la lamentable falta de planeación y de escrúpulos provocaron en el fraccionamiento Valle de los Cactus y el Peralta Gámez, “razones” por cierto que le valieron al Gobierno del Estado recibir el Premio Nacional de Vivienda. El funcionario –que ha estado en el ojo del huracán en días recientes por haber llamado “ignorantes” a varios diputados priístas- ha acusado al ex alcalde Martín Orozco de haber eliminado la zona de Peñuelas del área contemplada para el crecimiento de la ciudad en el Plan de Desarrollo Urbano 20/30. Los desatinos verbales de Carneado y compañía han llegado al punto de espetar la peregrina afirmación de que en Peñuelas el Gobierno del Estado puede materializar cualquier proyecto sin autorización del gobierno municipal y sin importar que se contravengan todos los programas de planeación territorial.Parece ser que un primer capítulo de esta historia se cierra hoy, con la anunciada inasistencia de los secretarios del Gobierno del Estado al Congreso para explicar los detalles del PES. Se trata de una etapa que cierra con un triunfo parcial del gobernador Reynoso, aunque un triunfo desafortunado, que muy a su estilo, atenta contra la democracia, la transparencia, la visión sustentable, la planeación urbana, la solvencia económica del Estado, la calidad de vida de los aguascalentenses. “Voy derecho y no me quito”, suele decir con desvergüenza.
¿El Centro Maussan? ¿Miami?
Ahora la información y la discusión está en Internet
Vale la pena apuntar aquí, casi entre paréntesis, que buena parte de la información y la discusión de relativo nivel se mueve ahora en Internet. Los medios de comunicación locales siguen funcionando casi siempre con boletines y declaraciones incompletas. En la prensa escrita se han publicado cotidianamente notas relacionadas, pero con poca profundidad, teniendo como caso casi excepcional el espacio que hace unos meses ocuparon en Página 24 tres artículos de Oscar López Velarde. El tema de Peñuelas y otros más han encontrado un excelente foro en la web, con un impacto poco masivo pero al alcance de todo el mundo. Se trata de la página de Skyscrapercity, plagada de información interesante sobre ciudades, edificios y obras de todo el orbe, en la cual se forman grupos de discusión. Específicamente, en http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=586685 puede encontrarse abundante información y comentarios de personas con algún conocimiento o interés en materia de desarrollo urbano que opinan sobre asuntos particulares de Aguascalientes, como el Tren Suburbano o el PES.
Los compromisos ya son muchos, despachos de arquitectos, constructoras, propietarios de terrenos, grandes empresas foráneas, como The Villages, de Florida, dedicada a construir villas para turismo de adultos mayores.
Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Aguascalientes
Artículo 27.- Son facultades del Congreso:
…
Fracción XXX.- Citar a solicitud de las dos terceras partes de sus miembros a los titulares de las dependencias del Poder Ejecutivo y a los de los Organismos descentralizados o de empresas de participación estatal, para que informen sobre el estado que guardan sus respectivas dependencias, cuando se discuta una Ley que sea de su incumbencia o se estudie un negocio relativo a sus actividades”.
Artículo 27.- Son facultades del Congreso:
…
Fracción XXX.- Citar a solicitud de las dos terceras partes de sus miembros a los titulares de las dependencias del Poder Ejecutivo y a los de los Organismos descentralizados o de empresas de participación estatal, para que informen sobre el estado que guardan sus respectivas dependencias, cuando se discuta una Ley que sea de su incumbencia o se estudie un negocio relativo a sus actividades”.
* Primera de dos partes. Artículo publicado originalmente en el diario Página 24, en sus ediciones de Aguascalientes y Zacatecas, miércoles 16 de julio de 2008, pp. 26-27.